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Esta es la razón de por qué a los hombres le gustan tanto los senos
Hablemos de los pechos. Cómo quiera que los llames entre todas sus variantes, no podemos negar que los hombres son unos grandes fans del pecho. Pero, ¿por qué? ¿Por qué estamos tan obsesionados con esta parte concreta de la figura femenina?
Si alguna vez te has preguntado qué es lo que nos apasiona tanto de esa parte del cuerpo de nuestras parejas, o cuando nos quedamos mirando directamente a esa zona del cuerpo, no te preocupes, hemos hecho una pequeña investigación para encontrar la razón de por qué nos gusta tanto.
Larry Young y Brian Alexander son dos hombres que han publicado recientemente el libro llamado The Chemistry Between Us: Love, Sex and the Science of Attraction (La química entre nosotros: Amor, Sexo y la Ciencia de la atracción). En este libro han analizado todo el proceso emocional, biológico y cultural detrás de la verdadera razón del por qué los hombres están tan atraídos por los pechos.
Estos autores creen firmemente que los hombres están obsesionados con las tetas de las mujeres por las hormonas segregadas durante la lactancia, lo que afianza la relación entre la madre y el hijo. Los hombres que fueron amamantados durante su etapa lactante crecieron con el impulso evolutivo para establecer una relación enriquecedora con sus parejas femeninas de la misma manera que lo hicieron con sus madres.
Larry Young, que es un experto en el área de la neurociencia detrás del establecimiento de las relaciones sociales, también afirmó que “hablando biológicamente” la obsesión de los hombres es “bastante rara”.
Aparentemente, los hombres están atraídos a los pechos biológicamente porque un pecho prominente le indica a un hombre que una mujer tiene una buena salud y es una opción excelente para tener y criar sus hijos. Pero este autor no se queda ahí e indica que la atracción masculina va más allá y que se desarrolla durante su infancia.
Cuando una mujer amamanta a su hijo, el niño se vuelve la cosa más importante del mundo y toda su atención se enfoca en el bebé. Por lo tanto, las razones no solo son biológicas, sino también psicológicas, ya que el proceso de alimentar al bebé forja un gran vínculo entre los dos.
Los senos le recuerdan inconscientemente al hombre el vínculo entre madre e hijo
Por lo tanto, cuando un hombre ve, toca o masajea los pechos de una mujer, desencadena el mismo proceso químico en el cerebro que la lactancia — el cerebro libera oxitocina y el recuerda lo bien que se sentía la experiencia cuando era un bebé —. Cualquier interacción de los hombres con los senos ayuda inmediatamente a hacerlos un poquito más felices.
En uno de estos estudios destinados a conocer el origen de la fascinación y predilección de los hombres por los senos se les ofreció dinero a cambio de ver unos simples videos. La dinámica era sencilla: si accedían a ver el video de un pastoral tendrían el dinero unos días más tarde en mauor cantidad, y si veían el otro video, el dinero lo tendrían inmediatamente, aunque la cifra sería considerablemente menor. El segundo en cuestión, era un video donde mujeres atractivas con muy poca ropa y mucha piel expuesta corrían en cámara lenta al más puro estilo “Los vigilantes de la playa”. El resultado fue claro, muchísimos más hombres optaron por la inmediatez viendo este video aunque la cifra fuera más pequeña.
Esto indicaba que las partes del cerebro asociadas con la “recompensa”, los centros del placer y los sitios de la motivación dirigida a objetivos estaban opacando los centros de razonamiento lógico del cerebro, principalmente el córtex prefrontal. Por lo tanto, los principios químicos neuronales estaban activando los circuitos motivacionales inclinando a los hombres a conseguir menos dinero.
Además, parece que las mujeres disfrutan de este tipo de atención, por lo menos, en el mejor momento. Roy Levin de la Universidad de Sheffield y Cindy Meston de la Universidad de Texas, en un sondeo que incluía 301 personas — entre ellas la de 153 mujeres — descubrieron que estimular los senos y los pezones aumentaba la excitación sexual en el 82% de las mujeres. Casi el 60% pidió explícitamente que les estimularan los pezones.
Los hombres generalmente están bastante felices de complacer. Como nos dice el éxito de Hooters — la famosa cadena de restaurantes americana en el que las camareras lucen un escote prominente — , las revistas "para hombres", un millón de sitios web y alrededor de 10,000 años de arte, los hombres se sienten extremadamente atraídos por los senos, y no porque los niños aprendan en el patio de recreo que los senos son algo en lo que deberían estar interesados. Es biológico y está profundamente arraigado en nuestro cerebro. De hecho, las investigaciones indican que cuando nos enfrentamos a los senos, o incluso a estímulos relacionados con los senos, como los sostenes, comenzamos a tomar malas decisiones.
Por cierto, las mujeres y los hombres perciben los senos de manera similar entre sí: cuanto más grandes los senos, mayor la eficiencia reproductiva, la eficiencia de lactancia, el deseo sexual y la promiscuidad atribuidos a la mujer. Sin embargo, los senos grandes no se consideran más atractivos que los medianos, pero los senos pequeños sí que son considerados menos atractivos. Además, las mujeres con pechos grandes son percibidas como menos fieles y menos inteligentes que las mujeres con pechos medianos o pequeños.
Así que, humor a parte, la fascinación por los senos, lejos de ser espeluznante, es un impulso evolutivo inconsciente que nos hace activar poderosos circuitos de unión que ayudan a crear un vínculo enriquecedor.